MYMSA


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Los origenes de la marca

 


LOS ORIGENES DE LA MARCA

MYMSA (Motores y Motos, SA) es la empresa fabricante de las motocicletas y los vehículos de transporte ligero de la marca, construidos entre los años 1953 y 1963. La historia de MYMSA, pero, está directamente ligada a la actividad de "Talleres Aragall y Compañía", empresa de reparación general de automoción, que había fundado la familia Aragall en 1929 en Barcelona. En este taller familiar es donde los creadores de la marca, los hermanos José y Jaime Aragall Martorell, iniciaron su actividad profesional, siempre relacionada con la mecánica. Y es, en las propias instalaciones de Talleres Aragall y Cía, donde Mymsa tiene su origen y su primera sede.



Talleres Aragall, 1935 (de izquierda a derecha, José, Jaime, Guillermo i Francisco Aragall)


En otoño del año 1951 dan sus primeros pasos para la construcción de un motor para motocicleta de diseño propio. El año siguiente transcurre en las gestiones para la obtención de las patentes y los permisos de fabricación impuestos por las autoridades del régimen franquista de la época. Los eternos trámites aunque se alargaron hasta el mes de junio de 1953. Ese mismo mes, en la edición de la Feria de Muestras de Barcelona de este año, se hace la presentación de la primera motocicleta MYMSA, el modelo llamado A-1. La fabricación en serie no comenzará hasta el mes de septiembre siguiente.


Una vez obtenidos todos los permisos, se constituye la sociedad mercantil Motores y Motos, SA, MYMSA, con sede en Barcelona. El nombre de la sociedad define, por sí mismo, la doble vocación de la empresa: la fabricación de motocicletas, y de plantas motrices destinadas al transporte ligero e instalaciones fijas.

Los hermanos Aragall crean la empresa con el apoyo de la familia. A pesar de su juventud, ya llevan años dedicados a la práctica de la mecánica de automoción en general, dentro del negocio familiar de Talleres Aragall, como ya se ha dicho. Es un taller de reparación general de automóviles y camiones, que dispone tanto de secciones de reparación mecánica, como de carrocería plancha, pintura, tapicería y electricidad. Disponía, además, de sección de forja, y de mecanización y ajuste, lo que les permite incluso construir elementos mecánicos de todo tipo para los vehículos. Aprenden el oficio de mecánica de automóvil desde los cimientos constructivos. Este aprendizaje lo completaron con la formación técnica de maestría industrial que ambos estudiaron en la Escuela Industrial de Barcelona.

Tras la Guerra Civil, en 1940 Talleres Aragall vuelve a la actividad, en su emplazamiento original, en la calle Soler i Rovirosa, del barrio del Clot. Los primeros años de la posguerra, conjuntamente con el padre Francisco y el tío Guillermo, crean diversas iniciativas, la primera de las cuales es la instalación de gasógenos de diseño propio en coches y camiones. Durante estos años la actividad principal es la reparación de automóviles y el mantenimiento de flotas de camiones de varias empresas radicadas en el barrio del Clot, como Bebidas Carbónicas La Perfección o Fibracolor.





Talleres Aragall en la calle del Clot esquina Gabriel i Galán


La buena marcha del negocio permite el traslado en 1947 a unos locales más amplios, situados en la calle del Clot, próximo al anterior. Dos años más tarde, Talleres Aragall pasa a ser agencia Ford. Coincidiendo con el cambio, emprenden diversas iniciativas. Posiblemente son unos de los primeros de introducir en Barcelona el servicio de camión-grúa moderno, que han diseñado y construido ellos mismos a partir de un Ford 8 cilindros.


Camiòn-grúa Talleres Aragall (1950)


También se inician en el carrozado de autocares, dirigidos por su padre, Francisco Aragall, que antes de la aparición del automóvil, se dedicaba a la construcción de carros de tracción animal. Más tarde, adaptó su oficio a los nuevos vehículos, después de trabajar en la sección de carrocerías de Ford Motor Ibérica, que se había instalado en Barcelona en 1923. Sobre bastidores de camiones obsoletos de morro avanzado, los someten a una transformación total para convertirlos en autocares de carrocería integrada. Estos autocares, son el origen de la empresa de transporte discrecional Talleres Aragall y Compañía.





Autocares de Talleres Aragall i Cia.


Todos estos proyectos no agotan su capacidad creativa. Apasionados por la mecánica como son, en el año 1950 se introducen en el incipiente mundo de la competición de automóviles del país. Con un coche de construcción propia TAC (motor DKW), el hermano mayor José participa con éxito en varias pruebas de carreras de midgets. A continuación, su hermano Jaime, con un coche preparado por ellos, participa en las mismas competiciones, con resultados aún mejores.




José Aragall en el Midget TAC



Jaime Aragall en el Midget TAPA-TAPA


Después de esta incursión por el mundo de la competición, se vuelven a centrar en la producción. Es en este momento, en 1951, que toman la determinación de construir el motor de motocicleta de diseño propio. Antes de comenzar la producción en serie, todavía tienen tiempo para explorar nuevos proyectos, donde plasman sus conocimientos de mecánica: una canoa con motor dentro de borda y un turismo deporte biplaza, con mecánica Fiat.


TAC sport (motor Fiat)


A partir de la posguerra, la oferta de vehículos del mercado español estaba marcada por la falta de recursos, la política del régimen franquista, y el aislamiento económico consecuente. Los materiales están sometidos a contingentes, la maquinaria necesaria no se puede importar, el suministro eléctrico tiene restricciones, y la fabricación de vehículos estaba sometida a largos trámites de autorización administrativa. Este escenario, no permitía aventurarse en proyectos de gran envergadura. A pesar de la situación, el país hacía esfuerzos para recuperar la actividad económica, como el resto de los países de Europa. En el sector del transporte, esto se tradujo en una oferta de productos de precio limitado, en particular motocicletas, que durante esta época se convierte en el vehículo al alcance de la mayor parte de la población. Esta situación se alargará, en una primera etapa, hasta 1959, cuando se instaura el Plan de Estabilización Económica, que significará la recuperación económica del país.

Cuando en 1951 los hermanos Aragall emprenden su proyecto de construir una motocicleta, hacerse un hueco en el pequeño mercado español de las motos no era tarea fácil, pues ya estaba cubierto por varios fabricantes que habían iniciado su fabricación durante la década de los años 40. Observando los productos de la competencia, consideraron que podían mejorar el diseño de las motocicletas fabricadas hasta el momento. Apostaron por unas soluciones mecánicas avanzadas, y lo hicieron en base a diseños propios de todos los principales componentes de la moto. Comenzaba la aventura ...

 

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