MYMSA


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El inicio de la produccion

 




1953 EL INICIO DE LA PRODUCCIÓN


Tantos proyectos y tan diversificados en el campo del automóvil, realizados en tan poco tiempo, y ahora querer afrontar un nuevo proyecto para construir una motocicleta, se podría considerar un exceso de ambición de los hermanos Aragall. Pero se debe valorar el contexto y la motivación que les llevaba a hacerlo. Para empezar, hay que decir que no eran los únicos, ni los primeros de su época. Muchos de aquellos mecánicos y técnicos de su generación, eran gente de oficio y compartían la pasión por la mecánica, y eso les hacía particularmente activos, con mucha iniciativa. Otro tema era convertir los proyectos en empresa.

Después de dos guerras, del período que va entre 1936 hasta 1945, había necesidad de todo, y una vez recuperada la normalidad, después de vivir momentos tan intensos, todo el mundo quería volver a las actividades anteriores. Había dos cosas, no obstante, que ya no serían iguales. La guerra civil había provocado la huida del país de una buena parte de la gente con la preparación para reiniciar la actividad. Sólo hay que recordar aquí, los muchos exiliados que lograron la fortuna en sus negocios y empresas, en los países donde los acogieron.

Los hermanos Aragall pertenecen a la generación de mecánicos, que se formaron durante un período calificado de época dorada de la automoción mundial. Hispano Suiza, Elizalde y otras empresas del país eran marcas reputadas, algunas a nivel mundial, y su nivel tecnológico marcaba la pauta para el resto del sector profesional. Se formaron entre gente que dominaba ampliamente la técnica y que, acostumbrados a la libre iniciativa, no sentían ninguna otra limitación que el acierto de sus empresas y la ley del mercado.

El otro factor determinante fue el devenir político del país, y cómo afectó el final de la 2 ª Guerra Mundial. En resumen, la victoria de las fuerzas aliadas en toda Europa occidental, no supuso la restauración de la democracia en España, como en el resto de la Europa occidental. Sin Plan Marshall ni ningún otro tipo de ayuda, se instaura un período de restricciones que afectará toda la actividad económica del país. El racionamiento de la comida no desaparece hasta entrado 1951, por poner un ejemplo.

El régimen franquista somete al país a una dura represión. El aislamiento de la comunidad internacional, como respuesta a la política de represión de la población, lleva al país a un período de autarquía y economía regulada, que no acabará hasta 1959. El aislamiento y la autarquía de la economía, tienen un efecto positivo transitorio: la consolidación de las iniciativas empresariales, protegidas de la competencia internacional, que se convierten en una vía libre, tolerada por interés del régimen, en medio de tanta represión.

A pesar de las restricciones, se forma un grupo de industriales que se lanzan a la aventura de modestos proyectos de construcción de vehículos, la primera expresión de la cual es el reciclaje del material rodante, en la mayoría de los casos obsoleto, y la instalación de gasógenos. La necesidad de mantener y revisar el material disponible, les lleva a experimentar todo tipo de soluciones.

A pesar del aislamiento, gracias a la formación que habían recibido, esta gente se mueven de la manera que pueden, por estar al tanto de la evolución tecnológica en Europa. A falta de otras posibilidades, esta generación de gente de oficio, vierte su capacidad en la construcción de motocicletas.

El primer elemento de la moto que construyen los hermanos Aragall es el motor de 125 cc. La foto inferior data de 1952, y se observa el motor Mymsa acoplado sobre el bastidor de una moto Ardilla 125, una motocicleta fabricada en Barcelona por Industrias del Plata, SA durante los años 1950-1952. Esta unidad, sirvió para hacer las primeras pruebas de funcionamiento del motor, donde destaca en particular su diseño mono-bloque, siguiendo el ejemplo de la industria italiana que era la que marcaba tendencias en el sector de la moto de aquellos años .




Prototipo de motor Mymsa montado sobre bastidor Ardilla



Para comprobar el funcionamiento del motor, lo sometieron a una prueba bastante peculiar, y de todos modos, muy representativa de la manera de hacer de la época. En los años 50, la Peña Rhin organizaba en Barcelona el Gran Premio automovilístico. Era la época de Fangio, Ascari, Moss y tantos otros. La carrera se corría por el circuito urbano que formaban básicamente la carretera de Esplugues, avenida de Pedralbes, y avenida Diagonal hasta encontrar la carretera de Esplugues de nuevo. La prueba del motor MYMSA consistió en hacer correr el prototipo por este circuito, durante una semana seguida, ¡y sin parar! Un equipo de tres pilotos se turnaron durante toda la semana, parando exclusivamente para rellenar gasolina y cambiar de piloto. Para llevar a cabo la prueba, instalaron un campamento en los jardines de la Cruz de Pedralbes, con un equipo técnico de apoyo, los víveres y la gasolina necesaria. Realmente, era otra época. Guillermo Aragall, primo de los hermanos Aragall, Josep Flix y Pedro Hita, personal de Talleres Aragall, fueron los tres pilotos que condujeron la moto durante la prueba.

Este primer motor MYMSA, es un monobloque, formado por dos semicarters de aluminio, con aspiración de gases por cárter, cilindro de fundición formando un solo cuerpo, sin camisa, refrigerado por aire, y barrido de corriente tangencial de gases para transfers desdoblados ( mayor respiración del motor). Para diseñar el cilindro, Josep Aragall toma como modelo de referencia el sistema Schnürle, patentado por DKW en 1929, y que a finales de la II Guerra Mundial había pasado a ser de dominio público. Este sistema aportaba una mayor refrigeración del motor, al hacer pasar los gases frescos a través del pistón, y también un consumo reducido. Esto permitía mantener una temperatura más baja, y que reducía el riesgo de clavar el pistón. El cilindro está desplazado 3 mm respecto al eje del cigüeñal, para obtener una mayor facilidad de funcionamiento, además de producir un desgaste uniforme del cilindro. El pistón, de cabeza esférica sin deflector, va dotado de tres segmentos, dos rascadores y un de gases, para asegurar la estanqueidad y la durabilidad del conjunto. La cilindrada, de 123,67 c.c. se consigue con un diámetro de pistón de 54 mm por 54 mm de carrera, o sea un motor cuadrado que gira a 5.000 rpm, con una relación de compresión de 6,5 a 1, que en esta primera versión obtenía 5,1 CV , por 2,5 litros de consumo a los 100 km. Para el buen equilibrado del motor, el cigüeñal gira sobre tres cojinetes de bolas, dos por el lado de la transmisión primaria, y otro, de mayor diámetro, por el lado del plato magnético. También la cabeza de biela dispone de cojinete de agujas. La curva de par-motor tiene como característica que ofrece buena potencia desde pocas vueltas, y mantiene una buena progresión hasta su límite de potencia. La alimentación del motor se hace por medio de un carburador dell'Orto de 18 mm de difusor.

La culata, de aluminio, aloja la bujía en posición centrada respecto a la cámara de combustión. La transmisión consta de tres piñones, dos del primario engranados por cadena, y la salida del secundario de gran diámetro, también por cadena, situado en el lado izquierdo del motor, junto al volante magnético. La caja de cambio de tres velocidades está accionado por un solo desplazador. La palanca de accionamiento al pie se sitúa en la banda derecha del motor, también el tubo de escape de gases. El tubo de escape monotubo está formado por anillas situadas en serie, por donde los gases circulan en forma de laberinto. Un embrague multidisco, bañado en aceite, de acero con forro de corcho le confiere suavidad de accionamiento. La presión del disco por muelles, se gradúa exteriormente a través de un registro situado en la tapa derecha del monobloc. El reenvío del cable de embrague se hace por medio de un eje segmentado para evitar su bloqueo. Un volante magnético de 25 w provisto de dos bobinas alimenta el sistema eléctrico de la moto: faro delantero, con luz de cruce, ciudad y carretera, piloto de matrícula trasera y conmutador de luces, botón de parada y bocina. La bujía está alimentada por una bobina externa de alta tensión de 25.000 voltios.


Motor Mymsa 125cc



Los trámites para iniciar la fabricación en serie de motocicletas comienzan en agosto de 1952. Previamente se ha presentado ante el registro dos patentes, una, la del motor monobloc a nombre de Josep Aragall, y la otra, la del perfeccionamiento de un motor diesel dos tiempos, a nombre de Jaume Aragall, destinado a mover el futuro triciclo de gran capacidad. Resuelto el diseño del motor, mientras esperan que llegue la autorización de fabricación, han ido diseñando todo el conjunto de los elementos de la moto, a partir de soluciones 100% propias.

Tras varias pruebas, en el año 1953 se presenta a homologación el prototipo de la MYMSA A-1. En la imagen siguiente se puede observar el aspecto definitivo del prototipo de la primera motocicleta MYMSA.


Prototipo MYMSA A-1 125 cc



El bastidor lo forma un chasis de tubo de acero soldado de doble cuna, que permite eliminar vibraciones, resistente y muy estable, también gracias al equipo de suspensión telescópica hidráulica delantera, y el basculante que incorpora la rueda trasera y amortiguadores de doble efecto, también hidráulicos, para evitar las sacudidas y reducir la fatiga del pasajero. El ángulo de avance de la horquilla delantera también era una de los elementos que contribuía a la buena estabilidad de desplazamiento, ya la aptitud de buena marcha. Los tambores de frenos, de forma cónica, son de aleación ligera bien dimensionados, de 130 mm de diámetro delante y detrás. Las mordazas de freno, de 30 mm de espesor, con leva de desplazamiento, para potenciar su efecto. Las llantas de hierro de 19 ", equipadas con ruedas de 2.75 x 19 , Completan el equipamiento.

El propósito de Mymsa es ofrecer una motocicleta dirigida a un uso polivalente, una máquina de diseño simplificado, limpio, que incorpora soluciones técnicas avanzadas para la época, como el motor monobloque o la suspensión trasera con basculante. De construcción sólida, pero al mismo tiempo de coste reducido de mantenimiento, bajo consumo, y facilidad de uso. Era un producto adecuado a las condiciones de la economía del país depauperada de los años de posguerra, y los escasos recursos de la población en general. Por eso optaron por un motor 2 tiempos, más barato de construir, dotado de tres velocidades, la primera muy corta, que permitiera un arranque fácil en caso de llevar dos pasajeros, y unas prestaciones adecuadas para las condiciones de las vías de circulación del país.



Mymsa A-1 125 cc



Finalmente, el mes de junio e 1953 llega la autorización de fabricación, y la nueva marca se presenta ante el público en la Feria de Muestras de Barcelona. La fabricación en serie comienza en septiembre siguiente.

Las primeras motocicletas se construyen en las propias instalaciones de Talleres Aragall, en la calle del Clot, utilizando la sección de mecanizado de que disponía. A final de año, se habían fabricado las primeras 9 unidades.



Sección de mecanizado de Talleres Aragall
(las máquinas funcionaban todavía con embarrado)




 

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